Refrescos y verano: una combinación poco recomendable.

6/24/2025 /// ENVEJECER SALUDABLE
REDUCIR SU CONSUMO AYUDA MÁS DE LO QUE PIENSAS

(tiempo de lectura menos de 2 minutos)

Con la llegada del calor, aumenta el consumo de bebidas frías y refrescos. A primera vista, parecen una opción tentadora para combatir la sensación de calor o acompañar comidas ligeras. Pero, ¿qué hay detrás de esta aparente solución refrescante?

¿Qué contienen realmente los refrescos?

La mayoría de refrescos comerciales contienen cantidades muy elevadas de azúcar, edulcorantes artificiales o cafeína, además de gases carbónicos y aditivos químicos como conservantes y colorantes. Aunque su sabor pueda resultar agradable, sus efectos sobre el organismo no lo son tanto.

 

Consecuencias para la salud

Un consumo habitual o excesivo de refrescos puede tener múltiples repercusiones:

  • Deshidratación encubierta: aunque sean líquidos, muchos refrescos tienen un efecto diurético y no hidratan adecuadamente. No sustituyen el agua.
  • Aumento de peso: una sola lata puede contener entre 7 y 10 cucharaditas de azúcar. En verano, su consumo repetido puede favorecer el aumento de grasa corporal.
  • Pérdida de minerales: los fosfatos que contienen pueden alterar el equilibrio del calcio y favorecer la desmineralización ósea.
  • Riesgo metabólico: aumentan la probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
  • Agresión dental: la acidez y el azúcar erosionan el esmalte dental, favoreciendo la aparición de caries y sensibilidad.
  • Edulcorantes artificiales y microbiota: aunque no tienen calorías, algunos edulcorantes como el aspartamo o la sucralosa pueden alterar la microbiota intestinal, provocar hinchazón abdominal y afectar negativamente la tolerancia a la glucosa en personas sensibles.

 

ALTERNATIVAS MÁS SALUDABLES

Si buscas opciones refrescantes y más beneficiosas para el organismo, te recomendamos:

  • Agua con limón o infusiones frías
  • Aguas infusionadas con fruta natural (fresa, pepino, menta…)
  • Tés fríos sin azúcar
  • Smoothies de fruta natural con agua o bebida vegetal

 

Los refrescos pueden formar parte de un consumo ocasional, pero no son una buena fuente de hidratación ni un hábito recomendable a largo plazo. En verano, cuando la necesidad de hidratación es mayor, es importante priorizar bebidas que realmente nutran y cuiden el cuerpo.

Dr. David Moriscot

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